Viendo el panorama en el que vivimos hoy me viene a la memoria de nuevo lo que dice la Psicología Social sobre el pensamiento grupal, las interrelaciones de los seres humanos, y como la influencia de otras personas afecta a nuestra toma de decisiones.
El pensamiento sistémico refuerza la teoría de que todo está interconectado, y que más allá de la individualidad como seres humanos e indivisibles que somos, formamos parte de un sistema, un colectivo o grupo familiar, de trabajo, social, equipo deportivo, etc.
Nuestras decisiones, intenciones, y sobre todo nuestros hechos están encadenados a consecuencias, unas veces positivas y otras veces negativas.
Ahora bien, saliéndonos de teorías, lo que es cierto es que en nuestro día a día solemos oír de forma habitual aquello de, “cuatro ojos ven más que dos” o decidir por “unanimidad” o “mayoría” , entre otras cosas para salvaguardar la integridad a la hora de la toma de decisiones. De alguna manera, yo lo suelo comparar con “nadar y guardar la ropa”, ya que si algo sale mal en nuestra decisión, tendremos a quién recurrir para excusarnos, o justificarnos.
El pensamiento grupal hace que las personas integrantes de un grupo se vuelvan excesivamente optimistas, y que la gente que discrepe de la tónica general se le califique como “cenizos”, “gafes”, “críticos”, etc.
Algunas técnicas que pueden ayudarte a prevenir una catástrofe que te conduzca a la pregunta del inicio ¿Cómo hemos podido ser tan estúpidos?, y que pueden ayudarte a la hora de tomar una decisión pueden ser las siguientes:
- Informar a los participantes de los riesgos y características de la toma de decisiones en grupo.
- Facilitar que el director o el líder del grupo se mantengan al margen de forma imparcial.
- Facilitar que todas las personas puedan expresar libremente sus dudas y objeciones.
- Escuchar todas las opiniones, las que son a favor y las contrarias.
- Aprender a ponerse en el lugar de la otra persona...
Saludos cordiales
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